jueves, 16 de abril de 2009

Lemas

Yes, we can
President Obama
Som èssers que necessitem ser dirigits, guiats, coordinats. Necessitem algú que ens digui què hem de fer en cada moment perquè sols ens sentim abandonats i perduts (com certs deixebles!).
La persona que escojamos como destino de nuestros pensamientos, anhelos y sueños ha de cumplir unas características determinadas y diferentes para cada persona. El éxito de la persona escogida implica cumplir un patrón que ilusione a la mayoría (absoluta o relativa). Esto se consigue a partir de estudios multimillonarios de opinión. De aquí sale una figura que ha de comportarse, vestir y hablar de una determinada manera pero ¡Al loro! no tiene nada que ver con los pensamientos que tenga o la forma que piensa dirigir a ese grupo de personas.
En realidad, esto segundo sería suficiente pero no tenemos tiempo ni ganas para escuchar todas las opciones y decidir cuál de ellas nos interesa más según nuestras propias convicciones.
Por tanto tenemos los ingredientes (tristes pero reales): imagen, palabra y programa para los x años que tenga que estar dirigiendo. Si esto último no existe o no funciona simplemente se habrán ganado unas elecciones pero nada más (que lamentablemente es lo que sucede en muchos casos).
Alguien que ha llegado a todos los rincones del planeta es Obama, como todos sabéis. Joven, con fuerza y con palabras que ilusionaban por igual a estadounidenses y extranjeros hasta tal punto que parece el Salvador del mundo. ¿Quién es Obama? Lo sabremos durante su mandato porque a simple vista no se puede saber, pero sus decisiones y movimientos denotarán qué tipo de persona es. ¿Quién parece? Alguien que ilusiona a los desilusionados. Parece un auténtico líder con carisma suficiente para unir a personas con pensamientos diferentes, esa será la clave del triunfo. ¿Reelección? Dependerá de los resultados, no de la ilusión. Los rivales atacarán a esa línea de flotación... el poder es así, todos lo anhelan pero no muchos saben qué implica en cuanto a responsabilidad. Y luego está aquello de que "El poder corrompe y el poder continuado corrompe contínuamente"
De momento se merece mi confianza, veremos si la pierde o no... pero no olvidemos que mira por los intereses de USA que no siempre (o más bien pocas veces) coinciden con los de Europa.
Merece la pena comparar carisma con nuestros dirigentes? ZP, Montilla y otros políticos satélite... qué nos llama la atención aquí? O qué buscamos? No hay nada mejor? O lo mejor no llega porque no aceptan cosas inherentes a nuestros país? Seguro que alguien lo puede analizar mejor.
Algún día hablaré de lo que pensé hacer respecto a la política y lo que pasó (nada grave, claro!)

1 comentario:

  1. Ei Rial, l'acabes de penjar? Es q com no em quadren les hores... vaig a llegir-lo! jeje! una abraçada

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